19.7.05
El hombre de hojalata
El hombre de hojalata entró a la cocina haciendo chirriar sus partes. Preocupado por cuestiones filosóficas y biológicas, se preguntaba desde hace días cual era la relación entre su sentir y su corazón. Abrió el cajón y sacó un abrelatas. Lo observó detenidamente por unos instantes antes de empezar a abrir su pecho. Abrió un círculo inconcluso y dobló la chapa, luego delicadamente tomó su corazón con ambas manos. Hubiera querido contener el aliento como pasa siempre en las novelas que leía cuando sucede algo catastrófico, pero su cuerpo de metal no estaba preparado para eso. No podía creer que su sensibilidad era la de un vacuno. Tenía en sus manos el corazón congelado de una vaca (un corazón idéntico a los que usaba como alimento para sus tres gatos, Norberto, Roberto y Herberto) repleto de cables de todos colores. Las lágrimas lavaron su corazón de vaca. Afligido lo guardó en el congelador con un cartel que decía:
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Esto me recuerda al capítulo de Futurama donde Bender (el robot) guarda adentro de su tórax metálico un asqueroso corazón sangriento jajaja
No vi ese capitulo!! Hace demasiado que no veo futurama... En realidad yo pensaba un más en el hombre de hojalata de Oz.
Publicar un comentario